Sigue nuestros consejos para evitar que polvo y suciedad se acumulen. Tu casa estará limpia más de una semana.
En la entrada
No dejes pasar la suciedad. El mejor truco para tener una casa impecable es evitar que el polvo entre y la suciedad se acumule. Una alfombrilla de fibras para limpiar los zapatos es tu mejor aliada para evitar que el suelo se ensucie. Aspírala una vez por semana y lávala con agua cada dos meses.
Descálzate. Si tienes espacio, puedes hacer como en las casas nórdicas y crear un rincón para quitarte y dejar los zapatos al entrar. Es un hábito cómodo y muy higiénico.
No estás sola. Si cada miembro de la familia pone su granito de arena la casa lucirá mejor. Acostumbra a los niños a quitarse los zapatos en la entrada y a responsabilizarse de lo que ensucian.
Sin polvo más de una semana
Sigue estos sencillos consejos y la limpieza de casa te durará más de una semana.
Ventila antes de limpiar. Y evitarás que el polvo vuelva a depositarse en los muebles. Empieza por las zonas más altas, para no ensuciar lo ya limpio, y pasa el aspirador. Friega justo después de haber aspirado a fondo. Al mojar el suelo eliminas hasta el último resto de suciedad. Rocía los muebles de madera con una mezcla de 1/4 de litro de agua, un chorro de vinagre blanco y media cucharada de aceite de oliva. La fina capa de aceite nutre los muebles y hace que el polvo resbale.
Tu cocina siempre perfecta
Para mantener los muebles libres de grasa, espolvorea con un vaporizador una mezcla de agua y vinagre. Aclara con una bayeta escurrida para quitar el olor y seca con un paño.
En la vitrocerámica, tapa las sartenes para que no salpiquen y límpiala después de cada uso cuando esté templada. Evitarás que las manchas se fijen. Quita los restos de azúcar de inmediato y elimina los líquidos derramados con papel de cocina absorbente.
Aroma casero a limpio
De limón, naranja, pomelo... Sécalos para hacer un centro decorativo con fragancia. Córtalos en rodajas finas. Sumérgelas en agua y sal 10 minutos y ponlas en el microondas hasta que estén secas pero flexibles.
Organízate
Limpia por estancias y sé realista. Es mejor destinar 10 minutos diarios a limpiar que un día a la semana. Evitas la acumulación de trabajo y lo haces más llevadero. No planifiques en exceso, es lo que se llama limpieza intencional, limpia aquello que esté sucio.
Las manchas elimÍnalas cuanto antes mejor. Procura limpiarlas en cuanto se produzcan, antes de que se fijen: son más fáciles de quitar y te ahorrarás trabajo cuando hagas la limpieza a fondo. Además, todo parecerá más limpio. Ten más cuidado con el tapizado del sofá y las alfombras. Es lo que más se mancha.
Las puertas sin marcas de dedos ni polvo. Repasa con un plumero las esquinas y relieves y limpia las marcas de dedos y manchas con una solución de agua y jabón neutro. No utilices detergentes, productos abrasivos ni aguarrás. Seca con una gamuza limpia en el sentido de las vetas, si la puerta es de madera.
A cada tipo de suelo, su solución
Parquet. Evita la arenilla de los zapatos y coloca protectores en muebles y sillas para que no se raye. Cuidado con los productos químicos, a la larga lo corroen.
Porcelánico. Agua caliente y vinagre blanco es el modo más económico y natural de limpiarlo y desinfectarlo. Antes de fregar, retira la suciedad con el aspirador.
Piedra. Para mantenerlos basta con lavarlos con agua a presión. De vez en cuando, frota con un cepillo de cerdas naturales humedecido con agua y jabón.
Ventanas más relucientes
Lávalas con una mezcla vinagre diluido en agua y unas gotas de lavavajillas y seca con un poco de papel de periódico. Eliminarás la suciedad más a fondo y te pueden durar hasta dos meses impecables. También puedes añadir al agua un poco de alcohol de quemar.
No lo hagas en un día muy soleado ya que los cristales te pueden quedar tornasolados. La lluvia es la principal causa de que se ensucien. Por ello, baja las persianas los días en que esté nublado: evitarás que se manchen por las gotas de barro.
Antes de limpiar los cristales retira el polvo de su superficie con una bayeta de microfibras.
Los detalles importan
Marcos y espejos. Aprovecha el vaho de la ducha para limpiar el espejo pasando solo un paño de microfibras. Los marcos, si tienen relieves, frótalos con un cepillo suave una vez al mes.
Jarrones. Semanalmente elimina el polvo con el plumero. Cada tres meses, sumérgelos en agua templada con jabón. Para dejar el interior impecable, llénalos con sal gruesa y agua, y sacude.
Baño
Inodoros más limpios con un poco de vinagre. Antes de acostarte echa un limpiador ecológico o un chorrito de vinagre en el inodoro y estará impecable. Límpialo a fondo con una mezcla de bicarbonato y lavavajillas.
Sin cal. Para tener griferías y mamparas sin gotas, limpia la mampara cuando las gotas estén húmedas con un accesorio tipo limpiaparabrisas. Elimina la cal de la grifería con vinagre y frota con una bayeta para que brille.
Azulejos brillantes como el primer día. Frótalos con una mezcla de agua y alcohol de quemar. Enjuaga con una bayeta y seca con un paño sin pelusa. Si son blancos, realza su color con esencia de trementina y sal.
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